Visitar Lanzarote es una experiencia única, un lugar donde combinan de forma magistral el arte y la naturaleza.
Lanzarote es la más septentrional y oriental de las islas que conforman el Archipiélago Canario. Nació fruto de una actividad volcánica que se inicio hace 22 millones de años. A 1.000 km de la península ibérica y 140 km de África, con aprox. 143.000 habitantes, es la tercera isla más poblada del archipiélago. Su clima es subtropical con una temperatura media de 21 ºC, toda una suerte para los que saben disfrutar de la vida.
Las erupciones volcánicas han conferido a la isla un aspecto de singular forma y belleza. La unión y la fuerza de la lava y del mar han creado un lugar irrepetible y el paso del tiempo ha modelado su paisaje, dotándola de una naturaleza realmente espectacular. Es geología pura, paisajes submarinos y lunares, transparentes aguas, tierras sedientas, oasis de palmeras, es convivencia en armonía entre el hombre y la naturaleza, sin duda tierra de contrastes.
El paisaje define la personalidad de Lanzarote. Es sin duda alguna un paraíso incomparable que combina la magia de su historia con una gran diversidad de lugares. Junto a parajes insólitos formados por grutas volcánicas, lagos de lava y cráteres de mil colores, reposan playas de arena dorada y aguas transparentes. Inmensidades volcánicas son salpicadas de vides con una agricultura que alcanza el grado de artesanía. El bullicio de las poblaciones más turísticas con sus inmejorables instalaciones hoteleras y zonas recreativas contrasta con típicos pueblos blanco y hasta con rincones sin señales de huella humana e islotes solitarios en los que disfrutar del silencio de paisajes conmovedores.
El patrimonio de la isla es de un alto valor arqueológico, artístico, arquitectónico y etnográfico, fruto de un pueblo amable y respetuoso de la naturaleza, que ha sabido enseñar al mundo el cuidado de su tierra.
El encanto de la isla reside en la sensación de estar en un lugar aún en creación. La conservación de sus recursos naturales y ecosistemas, la planificación rural y urbanística, la capacidad de adaptación y de transformación de sus espacios naturales en monumentos, llevaron a la UNESCO a declararla reserva de la Biosfera en 1993.
Tan grandiosa como la isla son quienes la habitan, hombres y mujeres que nos enseñan cuán importante es cuidar el lugar en el que uno vive, logrando con paciencia e inteligencia arrancar frutos en una tierra calcinada.
Enlaces de interés
Horarios
Sala de máquinas
10:00h a 04:00h
Sala de juego
19:00h a 04:00h
Restaurante Volcán Corona 2.0
19:00h a 02:30h
Solo bajo reserva.
Aforo 24 comensales
Diseño por CONCEPT43